El incidente ocurrió tres horas después del último
contacto con el submarino, el miércoles pasado. De todos modos, en la Armada
"no se descarta" ninguna hipótesis pero la resignación crece entre
los familiares que esperan en la Base Naval de Mar del Plata
Explosión" y "no sabemos donde está"
fueron las palabras que marcaron una jornada de creciente incertidumbre y
dramatismo en torno a la expectativa por la situación de los 44 tripulantes del
submarino ARA San Juan.
La información que brindó la Armada este miércoles
fue percibida con preocupación y angustia por parte de los familiares de la
dotación de la nave, ya que se confirmó un "evento anómalo, singular,
corto, violento y no nuclear consistente con una explosión" ocurrido el
miércoles 15 de noviembre a las 10:51. Se trata de la "anomalía
hidroacústica" que el vocero de la Armada, Enrique Balbi, había mencionado
un día antes.
El dato surgió a raíz del informe que elaboró el
embajador argentino en Austria, Rafael Grossi, con datos del organismo que
monitorea ensayos nucleares en todo el mundo. Ese ente tiene acceso a un
sistema que controla las explosiones ya sea sobre la superficie terrestre, en
la atmósfera, bajo el agua o bajo tierra en todo el mundo.
Atento a la angustia y los rumores que se
generaron a partir del nuevo panorama, Balbi aclaró en el segundo parte
brindado el miércoles por la noche que en ningún momento se refirió a una
explosión del submarino: "Hasta que no tengamos una evidencia certera
de dónde está el ARA San Juan no podemos concluir con una información
contundente".
El vocero de la Armada también dedicó un párrafo
aparte para responder los cuestionamientos sobre el correcto mantenimiento de
las naves de la Armada: "Ninguna unidad zarpa o decola si no está en
condiciones operativas de navegar o volar con seguridad. La antigüedad de las
unidades no implica su obsolescencia ", subrayó.
Búsqueda en la profundidad
A partir de la confirmación de la
"explosión", en las próximas horas será clave la búsqueda en el fondo
del mar. Para ello, el buque remolcador Skandi Patagonia partió ayer condrones
submarinos que pueden patrullar hasta 1200 metros de profundidad. También
llevó a la zona de rastrillaje, entre otros elementos, una campana acuática que
llega a sumergirse hasta 250 metros.
Además, durante la última hora del jueves zarpó el
buque Puerto Argentino hacia la zona de rastillaje, también con elementos para
eventuales tareas de rescate.
Con el objetivo centrado en la búsqueda en la
profundidad del mar, ayer también se trabajó a contrarreloj en el Sophie Siem
para retirar el chapón de la popa e instalar el mini submarino que trajo a la
Argentina la Armada de los Estados Unidos.
Este mini submarino, que todavía no se utilizó en
una operación de rescate, tiene la capacidad de ser operado de manera remota,
se sumerge a 650 metros con dos médicos para las tareas de rescate en el lugar
, además de albergar hasta 16 personas con una campana de salvamento que puede
operar. Este refuerzo llegará a la zona de búsqueda "en un día y medio o
dos", aclararon ayer en Comodoro Rivadavia durante una rueda de prensa.
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