En su presentación del Informe de Política Monetaria
correspondiente al primer trimestre, el titular del BCRA, Federico
Sturzenegger, adelantó que podría aumentar las tasas de interés si no hay
indicios claros de baja en la inflación. De esta forma, sostuvo la
línea que venía expresando en los últimos comunicados que divulgó la entidad.
Casi al mismo instante, desde la cuenta oficial de
twitter del Central, destacaron una frase de su máxima autoridad: "Nuestro
escenario es una inflación anual del 15%. Si ese escenario no se diera tenemos
que hacer lo que tenemos que hacer, que en este caso puntual es subir la tasa
de interés".
Según la previsión del BCRA, la inflación debería
empezar a ceder en mayo, porque no habrá nuevos incrementos tarifarios y el
dólar debería permanecer mucho más estable que en los primeros meses del año. De
acuerdo al Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), el mes próximo la
inflación debería rondar el 1,6%, contra alrededor de 2,5% que se espera para
abril.
Pero aún ante la baja de la inflación de mayo, la
meta del 15% continúa como un objetivo muy lejano. ¿No debería entonces
adelantarse el Central con un incremento de las tasas? El esquema de metas de
inflación que defiende el Central sugiere que sí, que ante un desvío tan
evidente respecto al objetivo planteado debería endurecerse la política
monetaria.
Eso fue justamente lo que hizo el BCRA el año
pasado, cuando se alejaba la meta del 17%. Incluso después de las elecciones de
octubre, subió 250 puntos básicos adicionales la tasa para que no se escape la
inflación. Pero aquel movimiento tuvo como consecuencia un mayor atraso
cambiario, que luego empezó a corregirse al cambiar la meta de inflación del
10% al 15%.
Por eso, ahora los inversores no se terminan de
convencer del discurso del BCRA, cuya credibilidad quedó dañada luego de aquel
cambio de metas a fin de año. La visión del mercado es que hoy la entidad
está demasiado presionada políticamente, lo que impediría retomar la suba de
tasas. A principios de año, el BCRA la bajó en dos oportunidades por 150
puntos básicos y la tasa de referencia quedó en 27,25%. Incrementarla
significaría justamente dar marcha atrás con el proceso que se había iniciado
en el arranque de 2018.
La pelea que debe dar ahora Sturzenegger, por lo
tanto, es para recuperar la credibilidad perdida. Los números de inflación de
marzo fueron especialmente malos y él mismo lo reconoció. Como consecuencia,
la inflación núcleo que venía de un promedio trimestral de 1,4% saltó a 2,1% en
el primer trimestre del año. Ahora, el objetivo se concentrará en empezar
a mostrar una reducción. Tanto el titular del BCRA como el ministro de
Hacienda, Nicolás Dujovne, coincidieron en que esto empezará a suceder a partir
de mayo.
El número uno del Central no explicó, sin embargo,
cómo debería ser la sucesión de la inflación en los próximos meses para cumplir
con el objetivo del 15%. Los analistas consideran que es virtualmente
imposible, ya que la inflación debería bajar a 1% mensual ó incluso menos
después de abril.
Por otra parte, durante la conferencia de ayer
reconoció que habrá más aumentos de tarifas aunque no serán de la magnitud de
los últimos tiempos: "El shock del ajuste terminó con la suba del gas
de abril", sentenció. Claro que al mismo tiempo mostró que los
precios regulados continuarán subiendo y lo harán en forma significativa:
calculó un aumento de 1,5% promedio mensual entre mayo y diciembre.
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