A nivel nacional, el 70% de los que terminan la
secundaria solo puede resolver problemas simples. Hay muchas diferencias entre
las provincias. Avanza una reforma de la enseñanza en las escuelas.
La Argentina sigue siendo ese país en donde los
chicos tienen diferentes oportunidades de acuerdo al lugar en el que hayan
nacido. Si se tomara al azar un grupo de estudiantes que están terminando la
secundaria en Capital o Córdoba, se obtendrá entre tres y cuatro veces más
chicos con buenos resultados en Matemática que en otras provincias
argentinas, como Chaco y Formosa, por ejemplo.
El dato surge de un nuevo estudio del Observatorio
Argentinos por la Educación, en el que se analizó en profundidad el estado
de los aprendizajes de la Matemática en el país. De allí surgen dos
grandes preocupaciones. Por un lado, algo ya conocido: el muy bajo nivel
con el que los chicos salen de la secundaria (siete de cada 10 no pueden
resolver un problema simple y apenas el 4,2% alcanza un nivel “avanzado”). La
otra preocupación no está tan explorada: son las desigualdades que
hay, tanto a nivel regional como de acuerdo al nivel socioeconómico de las
familias.
Esto se da en particular en la escuela secundaria,
donde los desempeños de los alumnos son muy desiguales en las distintas provincias.
Hay distritos como Chaco y Formosa en los que la mayoría de los alumnos
salen de la secundaria con un nivel básico o por debajo del básico en
Matemática, con las dificultades que esto les ocasionará para su desarrollo
futuro. En Chaco son el 88% los chicos que salen con bajos resultados y en
Formosa el 85%. En el otro extremo están Capital (46,7%) y Córdoba (57,7%).
Estos datos adquieren actualidad frente a la
decisión del Ministerio de Educación de la Nación de aplicar una profunda
reforma de la enseñanza de la Matemática en las escuelas a partir de 2019,
siguiendo principalmente el modelo de Singapur. “Las evaluaciones aportan un
diagnóstico que resulta el punto de partida fundamental para cualquier proyecto
de reforma”, afirman los autores del informe.
Con respecto a las diferencias entre provincias
advierten: “A medida que el nivel socioeconómico es más alto, se incrementa el
porcentaje de estudiantes en los mejores niveles de desempeño en Matemática. Es
decir que las brechas de desempeño entre provincias se asocian fuertemente
con desigualdades socioeconómicas y no pueden atribuirse solo a las
políticas educativas de las jurisdicciones”.
Las diferencias son bien significativas. En Aprender
2017, el 44,6% de los secundarios de nivel socioeconómico alto obtuvieron
resultados básicos o por debajo. En el nivel medio fueron 70,8%. Y en
el bajo, 86,8%.
Mercedes Miguel, secretaria de Innovación y Calidad
Educativa del Ministerio de Educación, le dijo a Clarín que para
reducir desigualdades están trabajando en dos líneas. Por un lado, ya
identificaron a las 10.000 escuelas con más dificultades en
Matemática y serán las primeras en las que se hará foco para mejorar con
talleres y capacitaciones especialmente preparados. Además, buscarán que sigan
los modelos de aquellas provincias a las que mejor les va.
“Hay algunas pautas comunes que siguieron las
jurisdicciones que tuvieron buenos resultados, que también lo vimos en países
donde también mejoraron. Trabajaron en el rediseño de sus curriculums,
tuvieron muchas acciones en formación docente e hicieron observaciones
periódicas del progreso de los aprendizajes. Respetando las decisiones de
cada provincia, acompañaremos a las jursidicciones en esta línea”, afirmó.
Para Gustavo Zorzoli, profesor de Matemática y rector
del Nacional Buenos Aires, “está probado que la situación socieconómica
incide mucho en los resultados. Capital es el distrito con más ingreso per
capita y mayor índice de desarrollo humano. Para reducir la desigualdad, tiene
que haber una política de estado, que involucre a Hacienda, Salud, Desarrollo
Social con una política para traer a los chicos que se fueron de la escuela. Y
pensar en modelos diferentes de secundaria para cada sector. En paralelo
sí, revisar las prácticas docentes en Matemática”, dijo.
“En los últimos años la escuela privilegió la
inclusión pero ha perdido exigencia en términos de calidad, y eso hay que
revertirlo”, agregó.
Del informe surgen otros datos de valor como que
Capital es la jurisdicción con mejores resultados, pero sus alumnos aprenden
poco en comparación con los de otros países.
La prueba PISA 2012, por su parte, indica que el 90%
de los alumnos argentinos de 15 años tuvieron dificultades para manejar
fracciones, porcentajes y decimales y ninguno que alcance los niveles más
altos de aprendizaje. Al observar los desempeños por nivel socioeconómico,
surge que los alumnos más privilegiados de Argentina tienen peores resultados
que los desaventajados de España.
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