Luego del 3,1% de julio, la inflación nacional
acumuló un incremento de 31,2% en los últimos doce meses. Esta evolución deja
más que en evidencia los problemas que enfrenta el Gobierno para suavizar la
suba de precios y avizora más problemas a futuro. Por lo pronto, luce muy
difícil de cumplir la meta establecida con el Fondo Monetario en el acuerdo,
que estable un techo máximo de 32% para la inflación de 2018. Aquel nivel
parecía más que cumplible hace un par de meses pero ahora todo indica que sería
superado con cierta facilidad.
En el último REM (Relevamiento de Expectativa de
Mercado) publicado por el BCRA, las consultoras económicas calcularon una
inflación de 31,8% para el 2018. Pero fue antes del nuevo salto del dólar desde
$ 28 hasta $ 30,60 en la primera parte de agosto, que agregaría aún más presión
a los precios en los próximos meses. Ante este último episodio de
inestabilidad cambiaria, proliferan estimaciones entre economistas que sitúan
la inflación del 2018 ´mas cerca del 35% que de ese 32% establecido como
límite por el Fondo.
Ante semejante suba, también parece muy difícil
incluso llegar al 17% que el Gobierno pacto con el Fondo para la inflación de
2019. Sin embargo, aún falta muchísimo para revisar aquel compromiso.
La inflación de julio estuvo en línea con lo
esperado, pero con varios datos preocupantes. El aumento en el valor de
los alimentos fue de 4%, impactando sobre los bolsillos de los más pobres.
Además, la inflación núcleo se mantuvo en niveles de 3,2%, lo que deja claro
que la presión sobre los precios va más allá de los aumentos de los bienes
regulados (por ejemplo tarifas).
La suba del dólar, además, ya supera el 62% en lo
que va de 2018, mientras que la inflación en los primeros siete meses
llegó a 19,6%. Esto deja en claro que el proceso de traspaso del aumento de
tipo de cambio a precios aún está muy lejos de haber terminado.
¿Qué sucede si la meta de inflación supera el 32%
negociado con el FMI? Los técnicos del organismo deberán elevar la
situación al directorio para entrar en un proceso de consulta. Las autoridades
del
Central, a su vez, deberán explicar por qué se produjo el incumplimiento y
cuáles serían las acciones correctivas que se está dispuesto a tomar para
corregir el desvío. El Gobierno se vería obligado a pedir un
"waiver", o dispensa, ante el incumplimiento.
Agosto también luce complicado en materia
inflacionaria, entre el aumento de transporte, nafta y prepagas, entre otros.
le ponen un piso al mes de por lo menos 2,5%. Pero el aumento de la divisa
podría elevarla nuevamente al 3%.
Así las cosas, para terminar el año con una
inflación inferior al 32%, a partir de septiembre el índice debería bajar a
menos de 2%, algo que luce altamente improbable.
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