El seleccionado nacional derrotó a Irak por 4 a 0
con buenas actuaciones y el primer gol de Lautaro Martinez. El martes se
enfrentará al equipo de Tité.
Argentina salió desde el primer minuto a tratar de
establecer las diferencias lógicas que la separan de Irak. Más allá de algún
sofocón en defensa cuando los asiáticos consiguieron agruparse y sacar algún
remate que pasó cerca del arco de Romero, en general la Selección consiguió
desde el inicio que se jugara en el campo de juego rival.
La distancia que ya se veía en el desarrollo
quedó reflejada en el marcador a los 15 minutos, cuando Acuña encontró con un
centro bien preciso en el área a Lautaro Martínez. Allí, el delantero del Inter
definió como el goleador nato que es y clavó con un cabezazo firme el primer
tanto para Argentina.
Con el alivio de haber roto el cero, Argentina
siguió buscando combinaciones rápidas en ataque ante un rival que se limitaba a
esperar y a tratar de salir rápido cuando lograba capturar la pelota.
Franco Vázquez y Dybala tenían la mayor
responsabilidad para dar la puntada final, mientras Lautaro buscaba generar el
espacio en el área para una nueva oportunidad. De todas maneras, a Argentina le
costó en ese primer tiempo generar situaciones de riesgo en proporción a su
enorme diferencia en control de la pelota.
Lionel Scaloni dispuso tres cambios para el comienzo
del complemento: Salvio, Pereyra y Ascacibar reemplazaron a Meza, Pereyra y
Franco Vázquez.
Justamente el tucumano Pereyra consiguió a los 7 minutos
ampliar la distancia en el marcador.
Dybala pudo finalmente imponer su ritmo de
jugador fuera de serie, aceleró ante la defensa iraquí y le dejó la pelota al
tucumano en buena posición, para enganchar y sacar un remate bajo que se
transformó en el segundo tanto argentino.
Aunque prácticamente monopolizó el control de la
pelota y casi no sufrió en su propio campo, siguió siendo difícil para
Argentina la creación de situaciones de peligro. Así y todo, consiguió llegar
al tercer tanto en una pelota parada: Salvio peinó en el primer palo un corner
y Pezzella llegó por detrás para cabecear y poner el tercero.
El gol de Cervi sobre el final sentenció un 4-0 que
marcó la contundencia de Argentina ante un rival débil y que en ningún momento
mostró rebeldía para torcer su destino. Para los de Scaloni, quedó el resultado
y la posibilidad de mostrarse a los nuevos, en un partido que difícilmente
quede en el recuerdo.
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