El ministro Sica confirmó la intención oficial y
analiza una línea de crédito para quienes no puedan pagarlo. En la UIA aseguran
que 6 de cada 10 no están en condiciones de hacer frente a este plus
salarial.
Un día después de la reunión entre la CGT, el
Gobierno y las cámaras empresarias para acordar un bono compensatorio por la
inflación acumulada, primaron el hermetismo oficial y las declaraciones
cruzadas. En privado, hubo una extensa reunión en el Ministerio de
Producción entre las tres partes, aunque no participaron el ministro Dante Sica
ni el secretario de Trabajo, Jorge Triaca.
Curiosamente por el lado del Ejecutivo encabezó la
discusión el jefe de Gabinete de Sica, Ignacio Pérez Riba, un legado de
Francisco Cabrera en esa cartera, y Ernesto Leguizamón, mano derecha de
Triaca. El titular de la CGT Héctor Daer, en tanto, envió a su principal espada
en el gremio de Sanidad, Carlos West Ocampo. Daniel Funes de Rioja,
de la UIA, asistió en representación de los empresarios.
El consenso parcial que las partes habían mostrado
el martes para que las empresas paguen un bono en dos cuotas de “hasta 5
mil pesos” se resintió.
Desde el sector empresario y desde el Ejecutivo
apuntan a la central obrera, presionada por el ala más dura del sindicalismo,
que hoy representa Hugo Moyano.
“Es una maniobra más del Gobierno para dilatar un
paro que tiene que ser ya. La CGT volvió a fallarle a los trabajadores. Los
que no acordamos con el Gobierno estaremos en la calle", sostuvo el líder
camionero -en una guerra abierta con el Gobierno- en diálogo con radio
cooperativa y antes de volver a llamar a convocar a la medida de fuerza.
“Ellos pueden instar a pagar, pero no pueden
obligar. En los salarios más bajos es una mejora real del 10 al 12 por
ciento”, analizaron los empresarios sobre la propuesta oficial.
Las empresas que cerraron paritarias por encima del
35% y hasta el 40% no quieren pagar sobre esa suma un adicional. La realidad no
es la misma para todos, las automotrices ajustan con cláusula gatillo y los
plásticos cerraron cerca del 38,5%. Parte de ese grupo pretendería que la suma
fija quedara a cuenta de los aumentos para 2019.
Los empresarios, como los sindicalistas
“dialoguistas” y los más duros, ven en la medida del bono una salida al
paro. “Es una medida de fuerza de carácter político-partidario, la
industria no está vendiendo, no le sirve parar”, explicaron. Para el Ejecutivo
significa además una salida para no reabrir paritarias.
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