El Gobierno y la Justicia consideran que la
explosión de una bomba casera en el cementerio de la Recoleta y el lanzamiento
de otro explosivo a la vivienda del juez Claudio Bonadio están vinculados
y son obra del mismo grupo anarquista. Julián Ercolini, a cargo del
Juzgado en lo Criminal y Correccional Federal Nº 10 de la Ciudad, investiga
ambos eventos dentro de la misma causa caratulada como
"intimidación pública y lesiones graves". Por los allanamientos
ordenados por el magistrado ya hay 14 detenidos, que este viernes serán
indagados.
El ministro de Justicia Germán Garavano sostuvo -en declaraciones a
La Nación- que el Ejecutivo no considera los ataques como un amenaza al G20,
pero que es un tema de preocupación. "Eso implica redoblar las
alertas", dijo. Patricia Bullrich, en tanto, consignó a este diario
que Garavano habló en términos generales pero que no "habrá
cambios en lo operativo". "Demostramos una respuesta
rápida", sentenció.
El tema ocupó buena parte de la agenda oficial y se
coló en la reunión de Gabinete, que encabezó el Presidente por la mañana en la
Casa Rosada. La ministra de Seguridad expuso ante sus pares y
Mauricio Macri la hipótesis oficial y los presuntos hallazgos de las
fuerzas de Seguridad. La ministra sostuvo que la banda responsable ya
había sido desactivada, pero que hay otras que están siendo investigadas.
El Jefe de Estado hizo preguntas, la felicitó por la
eficiencia y el trabajo conjunto con la Ciudad y pidió ser estrictos con
los responsables. Macri repitió el mismo mensaje cuando habló con la radio
Don del municipio pampeano de Castex. "Vamos a actuar con todo el peso de
la ley"
Bullrich, por su parte, insistió en la relación
entre los dos eventos. “Son dos atentados que tienen absoluta
conexidad por ser personas del mismo tipo de orientación: anarquistas
todos, todos viviendo en el mismo lugar", dijo en declaraciones a Mitre
y en alusión a la vivienda de Pavón 2300, donde se produjeron los
allanamientos y 10 de las 14 detenciones. En esa casa -sospechan- habría
sido confeccionado el artefacto que arrojó Marco Viola, el detenido a
media cuadra de la casa de Bonadio, y era frecuentada por la pareja que activó
el explosivo en el mausoleo de Ramón Falcón. Hay testigos que los vieron
en la casa tomada.
El entorno Bonadio descartó que se trate de una
intimidación a su persona por la causa de los cuadernos, tal como
había sugerido el fiscal Carlos Stornelli. En la intimidad Bonadio
sostiene que lo buscaron por su perfil público y ante la proximidad de la
Cumbre del G20.
En la Nación hablan desde hace tiempo de supuestos
hechos de violencia atribuidos a grupos anarquistas. En la Ciudad, también. El
secretario de Seguridad porteño Marcelo D´Alessandro los responsabilizó por los
destrozos en las manifestaciones frente al Congreso, los golpes en las marchas
por Santiago Maldonado, el sobre con explosivos a Indra -la empresa encargada
del conteo de votos- y el ataque con bombas molotov a la sede de Gendarmería.
“No se descarta ninguna hipótesis”, señaló el funcionario sobre la presunta
intención de los detenidos de generar pánico antes de la cumbre
multilateral, que comenzará el 30 de noviembre.
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