El secretario Trabajo, Jorge Triaca, dejará su
puesto antes de fin de años. Ya lo avisó en el Gobierno. Su renuncia es un
hecho, confirmaron a Clarín fuentes oficiales inobjetables. Aunque,
en un país acostumbrado a todo tipo de vaivenes políticos, los hechos terminan
de confirmarse cuando ya son justamente eso: hechos. Triaca deja su cargo
en buenos términos con el presidente Mauricio Macri.
Es una dimisión
acordada. Incluso con el funcionario que pasó a ser su superior en los papeles
tras la última reorganización del Gabinete, el flamante titular del flamante
Ministerio de Producción y Trabajo, Dante Sica. Triaca suele decir en la
intimidad que considera a su gestión un ciclo cumplido, e incluso admite que su
alejamiento de la hoy Secretaría le permitirá a Sica tener un rol más relevante
en el diálogo con los gremios, sobre todo con los del peronismo que integrante
la Confederación General del Trabajo (CGT), con los que él tuvo una excelente
relación. Su papá, Jorge Triaca, fue ministro de Trabajo en el Gobierno de
Carlos Menem. Antes, fue secretario general del sindicato de los plásticos.
La versión de la dimisión de Triaca corrió en la
Casa Rosada con tal fuerza que la semana pasada el propio Sica salió a
desmentirla. Aunque a medias: dijo que seguía trabajando junto a Triaca y que
él seguiría ocupando la Secretaría del Trabajo. Pero agregó, con cierta
picaresca: “Por el momento”.
Clarín está en condiciones de afirmar que ese
“por el momento” fue una acotación con un argumento escondido y no tanto. El
“momento” en el que Triaca dejará su cargo sería dentro de un mes, en
diciembre.
El propio Triaca ni siquiera lo desmiente
frente a interlocutores de confianza. Aunque influyó en su situación política
que su ministerio haya sido degradado a rango de Secretaría de Gobierno, y que
por encima de él pasara a tener la última palabra administrativa el ministro
Sica, Triaca está convencido de que es hora de dar un paso al costado.
El ex ministro y hoy secretario es el interlocutor
con los gremios del peronismo, cuyos principales jefes lo conocen desde
chiquito por la relación que tenían con su padre. Pero pasó años de vértigo. La
situación económica, la inflación, la recesión, y los despidos masivos en
diferentes rubros del empresariado y las Pymes lo encontró en el lugar que
mejor se mueve pero en una situación compleja.
El Gobierno de Macri inició una pelea con los sindicatos que no quisieron acordar una paritaria en el porcentaje de suba de aumentos que estipulaban los planes oficiales, como ocurrió el año pasado con los bancarios, de Sergio Palazzo
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