Alemania afirmó que hay "pruebas
inequívocas" de que el líder de la oposición rusa, Alexei Navalny, fue
envenenado en un "intento de asesinato" y apuntó contra el Kremlin,
que salió al cruce, calificó las declaraciones como "infundadas" e
indicó que está dispuesto a colaborar para aclarar la situación.
El Gobierno alemán informó que el hospital Charite
de Berlín, donde se encuentra internado el dirigente opositor al presidente
Vladimir Putin, solicitó pruebas al laboratorio de la Bundeswehr (Fuerzas
Armadas de Alemania) que mostraron "pruebas inequívocas" de la
presencia de un agente químico nervioso del grupo Novichok.
Se trata de un inhibidor de la colinesterasa, parte de
la clase de sustancias que los médicos de Charite ya habían encontrado en el
sistema de Navalny, y es el mismo componente que las autoridades británicas
habían identificado como el veneno utilizado contra el exespía ruso Serguei
Skripal y su hija en Inglaterra en 2018.
El centro de salud informó que el opositor permanece
en cuidados intensivos, en una condición grave y con ventilador y aunque “está
mejorando”, aún no pueden descartar las consecuencias a largo plazo del
envenenamiento.
Tras conocerse los resultados, la canciller alemana,
Angela Merkel, dijo que hubo un "intento de asesinato por
envenenamiento" con el objetivo de silenciarlo, de acuerdo a las
declaraciones que reprodujo la cadena DW.
"Hay preguntas muy serias ahora que solo el
gobierno ruso puede y debe responder", dijo Merkel, quien describió lo que
le sucedió a Navalny como "el intento de asesinato por envenenamiento de
una de las principales figuras de la oposición rusa".
En respuesta, el Ministerio de Exteriores ruso
afirmó que las declaraciones de Berlín sobre lo ocurrido con Navalny son
"infundadas".
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