La alta comisionada de la ONU para los derechos
humanos, Michelle Bachelet, sostuvo hoy que las fuerzas armadas de algunos
países latinoamericanos se están involucrando en asuntos públicos o en tareas
de seguridad que corresponden a la policía, reclamó que esta práctica no se
torne común y alertó que la pandemia de coronavirus podría causar
levantamientos sociales en países de la región con profundas desigualdades.
Esta tendencia parece ser clara en países como
Brasil, México y El Salvador, que Bachelet mencionó en la presentación de su
informe sobre la situación global de los derechos humanos ante el Consejo de
Derechos Humanos que reanudó hoy sus sesiones en Ginebra.
El reporte no hizo mención a Bolivia, donde el
Gobierno de facto surgido tras un golpe de Estado contra el expresidente Evo
Morales es señalado por la oposición y movimientos sociales como responsable de
actos de represión a las protestas públicas.
El informe, que recoge la agencia de noticias EFE,
coincide con el drama que se vive en Latinoamérica por la expansión del
coronavirus, del cual se contabilizan más de ocho millones de casos
confirmados, de un total de casi 29 millones a nivel mundial.
Según el análisis de la expresidenta chilena, la
pandemia expuso las profundas desigualdades de desarrollo en Latinoamérica, lo
que sumado a sistemas democráticos frágiles podría provocar levantamientos
populares.
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